Me gusta dormir
temprano. Levantarme temprano. Admirar de los amaneceres rojizos y
apocalípticos. Ayunar por la mañana: tomar café al alba, leer muchos libros.
Cosechar mis
propias hortalizas. Cuidar de mis hijos. Comer en familia. Cenar con mi esposa:
cocinar mis propias recetas. Manejar solo en carretera, y también mientras
escucho las ocurrencias de mis hijos al llevarlos a la escuela. Atiendo a mis
mascotas. Gozo de la compañía de mi esposa mientras veo películas. Trato de
evitar malcriar a mis hijos dándoles todo lo que me piden. Descubridor de dos
tipos de absoluto silencio: el de la paz y el indicador de que mis hijos están
haciendo algo verdaderamente terrible; un silencio que puede ser oro o un
holocausto a punto de empezar.
Evito la
conglomeración de masas, evado más aún las aglomeraciones de masas solitarias.
Frecuento el silencio y eludo los ruidos. Prefiero siempre el mejor vino, que
es la sutil compañía tranquila, prudente, de un amigo. Me cuestiono cosas. Fumo
tabaco mientras escucho trova. Para mis amigos católicos: soy ateo y libertino.
Para mis amigos ateos, mocho y persinado. Para mis conocidos prudentes: hablo
mucho. Para mis conocidos parlanchines: soy reservado. Para la gente pacífica:
un ser impetuoso y apasionado. Para la gente violenta: calmado y pasivo.
Trato de
asistir a misa con frecuencia. Trato de escuchar a Dios. Trato de no
desesperarme en el intento. Trabajo en realizar labores que me disgustan: lavar
platos, comer verduras crudas y ser portador de malas noticias. Procuro ser
agradecido y dar las gracias por todo, trabajar con esfuerzo, servir a los
demás: mirar ocasionalmente al cielo.
Apasionado de
caminar por veredas y montañas. Explorar senderos, bajar sobre abismos y subir
acantilados. Descubrir cuevas. Viajar a la montaña por gusto, a la playa por
obligación. Camino en la lluvia con frecuencia, evito el calor o el sol. No hay
mejor calor que el cuerpo de mi mujer al amor del fuego; una fogata la mejor
televisión.
Me gusta
contemplar la bóveda celeste. Intentar adivinar planetas; que cruce una
estrella fugaz. Escuchar con miedo los aullidos de los coyotes. El croar de las
ranas. El sonido de una cacatúa o un tecolote. Sentir los vientos rugir por la
noche. Soñar despierto. Soñar dormido. Soñar antes del amanecer.
Octubre 30,
2025
